Ana de Nadie: la conmovedora discusión entre Ana y Emma que llega al llanto
Entre lágrimas, Ana le dice a Emma que está cansada del desprecio de ella y su hermana por querer vivir su vida.
Una escena bastante conmovedora vimos en el capítulo de Ana de Nadie de este miércoles 3 de mayo, pues Ana (Paola Turbay) por fin se revela “en contra” de su hija mayor por no dejarla ser feliz con su nueva pareja, Joaquín (Sebastián Carvajal).
Lo que la arquitecta no sabe es que su hija mayor no hizo lo que hizo con una mala intención, sino que simplemente estaba con su padre y, de manera curiosa, le comentó que Joaquín estaba afuera de su casa. Y es que el problema se dio porque justamente llegó la policía a donde estaba la pareja de enamorados a arrestar al periodista por estar faltando a la orden de alejamiento que Horacio (Jorge Enrique Abello) le había impuesto.
Lo que le molestó a Ana es que la única forma de que su exesposo se enterara de que Joaquín la estaba visitando era porque Emma le había contado y así fue, pero no con el ánimo de ser una espía.
Ana se desahoga con su hija Emma y le revela el dolor que ha sentido por sus tratos
Sin embargo, la arquitecta se desquitó con su hija y le dijo, entre lágrimas, que se cansó de que tanto ella como su hermana Florencia la estuvieran juzgando por querer rehacer su vida.
“Yo he sido demasiado paciente contigo y con tu hermana Florencia. Yo he tenido que soportar su odio, sus críticas, sus juicios, he tenido que tragarme el dolor de su silencio y de sus miradas. Yo tuve que aceptar que Florencia se fuera donde mi mamá y tuve que aceptar que tú me echaras a mí la culpa de esta separación”.
El miedo de Ana a no vivir su vida
Teniendo en cuenta la difícil situación por la que está pasando su amiga Genoveva, Ana le explicó a su hija que no piensa seguir desperdiciando su vida por la manera como la trata su familia.
“Pero ya, no más, se acabó porque yo no doy más. La vida es demasiado corta, a mí me puede dar un cáncer de seno, me pueden pasar mil cosas. Yo voy a vivir esta vida plenamente hasta el último día, así tu papá, tu abuela, tu hermana o tú estén en desacuerdo. Yo viví toda mi vida en función de ustedes y siempre me dejé de última en la lista”,
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