Ana de nadie: Dolores no quiso batallar con la muerte
Ana llega a casa de su madre, pero la encuentra sin vida, de inmediato hace todo por ella, pero es demasiado tarde.
Ana encontró a su madre sin vida y no dudó en llamar a Horacio. Foto: Canal RCN
Doña Dolores se perdió en el laberinto que ella misma inventó, y muchas veces así resulta la vida, porque cuesta mucho salirse de esas mismas trampas que se van creando muchas veces desde el pensar qué es lo mejor para los demás.
Y aunque una terrible enfermedad tocó a su puerta, Doña Dolores no quiso ser una carga para su familia, no quiso generar ningún sentimiento de pesar entre sus familiares, sobre todo entre sus hijas que sufrieron muchos las decisiones que ella en su momento tomó por ellas.
Esas fueron algunas de las razones que tuvo la señora Dolores para no generar sentimientos en su familia, para de forma silenciosa luchar lo que más pudiera con esta terrible enfermedad que le diagnosticaron y que hizo que ella empezara a cambiar varios aspectos de su vida.
El reloj en reversa de doña Dolores
Pero su familia se fue dando cuenta, su familia fue viendo cómo ella tomaba ciertas decisiones que no iban de la mano con lo que sucedía. Muchos se dieron cuenta cómo ella estaba diciendo comentarios sobre hechos o acciones que hacía pero que al mismo tiempo la dejaban agotada, cansada.
Pero no pudo soportar mucho tiempo. Las horas del reloj de la vida de Dolores ya estaban en sus últimos minutos y ella lo sabía, por eso aprovechó, a sus hijas, a sus nietos, a quienes pudieron estar cerca en esos momentos, pero también a quienes no eran muy cercanos a ella y decidió buscarlos, como a Joaquín, a quien citó en su casa para darle una entrevista.
Al día siguiente, en su cama, con el Rosario en la mano y sin sentir ningún dolor, Dolores se despidió de este plano terrenal y murió. No fue hasta la mañana siguiente cuando Ana la encontró.
Un encuentro con la muerte muy cercano para Ana
Fue Ana quien tocó a su puerta, pero Dolores no respondió, y ante esto, ella decidió entrar y se dio cuenta que su madre aún estaba dormida y esto parra ella era muy extraño, pero al tocarla se dio cuenta de que algo estaba mal.
No perdió el tiempo y gritó por Horacio, quien había llegado a su casa para acompañar y convencer a Dolores de que se dejara ver de un mejor especialista, pero no pasó, Dolores se había despedido de este mundo. Todo fue muy rápido, nadie entendía nada, pero lo que muchos empezaron a comprender, era que hasta esta también había sido una decisión de Dolores.
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