Ana de nadie: Violeta y Luciano tienen un reencuentro amoroso
Oriana decide reunir a sus padres en su casa y lograr que se vuelvan a querer, y al parecer lo logró.
Y pasó, por fin pasó. Es que Luciano y Violeta se tuvieron que esperar más de 30 años para que este encuentro pasara, para que la vida los volviera a unir y dejaran a un lado todo lo que un día les hizo daño.
En capítulo de hoy tiene un exceso de esos que gustan sobre el amor, y es que cuando el amor se siente y es mutuo no hay nada que lo pueda controlar. Y aunque Violeta y Luciano sí que lo supieron hacer, ya no se podía más. Faltaba ellos dos y una casa sola.
Y ese punto final lo puso Oriana, su hija, que la tuvieron cuando eran mucho más jóvenes y que la vida les ha permitido recuperar, pero entre tanta pelea no habían podido dejar fluir eso que sentían, por eso su hija tomó las riendas de esta situación.
Oriana les pone fin a las discusiones de Violeta y Luciano
Pero no fue fácil. Oriana dejó ver que unirlos no era tan fácil como ella pensaba, así que les ingenió para que ambos llegaran a su casa a almorzar con ella, pero lo que no se esperaban era que tuvieran que almorzar los dos con su hija porque ella no iba a echar a ninguno de los dos.
Pero todo era parte de su plan. Oriana logró que ambos se quedaran, y justo ahí vio que no era tan buena idea, pues en ese intento de hacer una conversación sana y en familia, no, no se logró, por el contrario, sacaron todo lo que sentían y se convirtió todo en un verdadero desastre familiar.
Tanto que Oriana tomó una gran decisión, dejarlos solos en su casa.
Violeta y Luciano se quitan las máscaras del dolor y le dan paso al amor
Justo en ese momento, Oriana pensó que irse de su casa y dejarlos solos y además encerrados, era una gran idea, así que no dudó en hacerlo. Y funcionó, pero no de entrada. Se puede ver cómo de inmediato ambos se enloquecieron por estar juntos y encerrados.
Violeta no dudó en decir que iba a buscar cualquier forma de salir de la casa porque no podía estar más con Luciano cerca, sobre todo porque la llamaba vieja todo el tiempo. Pero eso sirvió para que ella dejara de esconder lo que sentía.
Luciano le dijo que sí, que tenía más de 30 años esperando su amor, pero ella le aseguró que estaba esperando por ese momento desde hace 34 años. El amor pudo más, la pasión se desbordó y no dudaron en darse el más apasionado beso que terminó con un reencuentro más que romántico.
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