Jenn Muriel armó la navidad, pero un detalle le causó terror
La influenciadora se dejó contagiar por el espíritu navideño, y quiso presumir su gran árbol de navidad por medio de las redes.
Jenn Muriel armó la navidad, y un detalle causó terror. (IG: @jennmuriel).
La influenciadora y modelo Jenn Muriel no solo suele llamar la atención de los internautas por su profesionalismo al momento de posar frente al lente, sino también por sus ocurrencias al momento de realizar diversas actividades, en las que por lo general suele divertir a sus amigos y seguidores.
Te puede interesar: Yeferson Cossio dijo a La Liendra que es imposible no extrañar a Jenn Muriel
En esta ocasión, la bella joven, quien aún se encuentra celebrando su cumpleaños, se dejó ver muy feliz junto a sus amigos más cercanos para armar la navidad en su hogar, y aunque todo parecía normal durante el video publicado en sus redes sociales, un detalle no solo llamó la atención de Jenn, sino de cientos de internautas.
Jenn Muriel se dejó contagiar del espíritu navideño
Y es que, a través de las historias de su cuenta oficial de Instagram, en donde cumula más de seis millones de seguidores, la creadora de contenido compartió un corto audiovisual, que posteriormente fue publicado por una página especializada en noticias de chismes y farándula nacional e internacional, en el que se le veía armando el característico arbolito de navidad junto a varios de sus amigos y familiares.
De hecho, ahí mismo se puede ver que prepararon la clásica natilla, buñuelos y cerveza para comer algo mientras llevaban a cabo esta actividad. Minutos después, con las luces apagadas, la creadora de contenido quiso presumir cómo alumbraba su arbolito. Sin embargo, fue el Santa que tenía a bordo de un triciclo el que le causó terror.
Pues resulta que este muñeco, el cual funciona con batería, pedalea y se mueve por el espacio mientras suena música navideña. Y es que la joven, primero lo enfoca a él, para posteriormente enseñar a detalle la decoración de su arbolito, y cuando regresa su cámara hacia su dirección se percata de que ya no está allí, sino que se encuentra dentro de su habitación.
“(Risa nervioso) ¿Para dónde va? Ay no, ¿Eso qué? Que se me meta ahorita a las tres de la mañana a la pieza (Risas) No, yo le voy a quietar las pilas a eso”, manifiesta la joven con cara de terror.
