Jessica De La Peña despidió a su suegra, quien no superó el COVID-19

El pasado 3 de mayo, la presentadora colombiana Jessica De La Peña despidió a la madre de su esposo, Ernesto Chalela, luego de que perdiera la batalla contra el COVID-19.

Y es que la situación con este virus no ha sido nada sencillo para la familia de Jessica, quien a través de sus redes sociales dio a conocer, en días pasados, que también se contagió junto a sus dos hijos y su esposo.

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Así las cosas, todo su núcleo familiar pudo salir y ganarle la batalla al SARS-CoV-2 excepto su suegra, quien se despidió del mundo terrenal en los primeros días del mes de mayo.

Así lo dio conocer De La Peña a través de su cuenta de Instagram, donde dejó un sentido un mensaje para la mujer, quien para ella fue como una “segunda madre, amiga, alcahueta y compañera”:

Mi negra adorada, ¡quiero que todo el mundo sepa la caja de música que eras! Mi suegra, mi segunda mamá, mi amiga, mi alcahueta, mi compañera. Me abriste las puertas de tu vida y de tu corazón.

Extrañaré hacerte visita en el cuarto por las noches, compartir gustos y comida, hacer planes. Entrar a la casa y saber que no vas a estar más, ¡¡es muy duro!! Hasta el final mantuvimos la fe y esperanza de que tú como siempre, “resolverías”.

Pero Dios te quiso a su lado y no hay nada que cuestionar. Con el corazón partido en mil pedazos acepto tu partida, luchando como la guerrera que eras, hasta el final.

Eso escribió en el inicio del mensaje la presentadora de Noticias RCN, quien acompañó sus palabras con diferentes fotos y videos de la hermosa mujer.

Posteriormente, De la Peña fue muy enfática en agradecerles a los médicos y a su medicina prepagada por las atenciones a su suegra y una vez más le demostró cuánto la ama y lo mucho que la va a extrañar:

(…) negra, espero que estés bailando, así como te gustaba, en el cielo, escuchando ‘Los caminos de la vida’ y tomándote un whiskey. Tú estás mejor, ahora nos toca a nosotros superar el dolor, resignarnos a tu partida y seguir adelante.

¡TE AMO MI NEGRA LINDA! Nos volveremos a encontrar cuando me toque ir de paseo al cielo; por ahora, miraré hacia arriba, te hablaré e imaginaré lo que me contestarías con tu desparpajo y buen humor. Te prometo no dejar que Luna se olvide de ti y que Sebas te conozca más, a través de fotos e historias. ¡¡¡Hasta siempre TITA!!!

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