Así luce la tatuadora de 106 años que posó para reconocida revista de moda
Una indígena filipina se convirtió en la mujer con más edad en protagonizar una portada para la revista Vogue de su país.
La revista Vogue Filipinas dio a conocer su más reciente edición en la que la protagonista es una mujer de 106 años. Apo Whang-Od es tendencia por posar para esta reconocida revista de belleza y moda, pues además lució muy orgullosa los múltiples tatuajes que tiene en su cuerpo.
¿Quién es Apo Whang-Od, la mujer de 106 años que posó para Vogue?
La mujer que desde este primero de abril estará presente en las estanterías de revistas de Filipinas no sólo está llamando la atención de los lectores por su edad, también por su apariencia y origen. La mujer también conocida como Maria Oggay es una indígena que desde adolescente empezó a perfeccionar el arte del tatuaje bajo el acompañamiento y asesoría de su padre. Y lució muy orgullosa cada una de las marcas que ha impreso en su piel desde muy joven, porque además cada una de estas figuras tienen un significado especial y una relación con la tierra en la que creció.
Por lo anterior, Maria Oggay no sólo ostenta, a partir de ahora, el título de la mujer con más edad en protagonizar una portada para Vogue, sino que también es considerada la “mambabatok”, es decir la tatuadora tradicional, más antigua del país.
Vogue Filipinas contó que se eligió a Apo Whang-Od para la portada de la revista porque era una mujer que reúne y representa los “ideales” de la cultura filipina.
La técnica que usa Apo Whang-Od para sus tatuajes
Apo Whang-Od reside en aldea montañosa de Buscalan, ubicada a casi 15 horas de Manila, en la provincia de Kalinga, de allí el nombre con el que se conoce a la tribu a la que pertenece la famosa mujer. Y como parte de la importancia de su cultura, Apo Whang-Od ha plasmado en la piel de miles de turistas los símbolos de esta región que significarían “fuerza, valentía y belleza”.
La reconocida indígena filipense usa una técnica muy antigua, aprendida de sus antepasados, para imprimir figuras muy propias de su tribu. Con una vara de bambú o un martillo, una espina de árboles frutales de pomelo o calamansí -una fruta típica de ese país, agua y carbón, la indígena filipense mujer ha hecho historia.
En diferentes entrevistas que le han realizado, Apo Whang-Od ha dicho que sus conocimientos milenarios sólo pueden ser transmitidos a alguien de su familia, por lo que lleva algunos años enseñando a sus sobrinas, quienes tendrán la importante tarea de no dejar perder esa tradición y ese saber ancestral.