La rosa de Guadalupe | Capítulo 765 | El otro lado de la historia
La tortuosa separación de José y Ana María pondrán a los hijos en el medio, siendo manipulados por José para mantenerlos de lado.
Como parte de un terrible matrimonio, Ana María recibe maltratos y humillaciones de su esposo, José, quien, además, engaña a Ana con otra mujer.
A pesar de haber sido atrapado, José intenta excusarse y culpar a Ana María de todo lo que sucede, lo que desata una fuerte discusión entre ambos que finaliza con José expulsado de la casa a Ana María.
Los hijos de la pareja se ven amenazados por su padre, pues en caso de apoyar a su madre, él se desligará de ellos y los abandonará en todos los sentidos, incluyendo el económico.
Ana, quien nunca pudo ejercer su carrera por la exigencia de su esposo, logra conseguir un empleo como asistente de Nicolás, un colega contador y quien ha demostrado un amplio interés en Ana.
La mujer, con el paso de los meses, logra rentar su propio departamento para recibir y compartir con sus hijos, siendo respalda por su hermana y hasta Nicolás, quien es el primero en ofrecer toda su ayuda a la mujer.
Ante la noticia de que sus hijos planean irse con Ana María, José logra amenazarlos y manipularlos con dinero y lujos para que estén de su lado, atacando a su madre.
A pesar de lo sucedido, Ana a María usa lo sucedido como impulso para seguir mejorando, iniciando una relación con Nicolás y poniéndole más atención a su salud y aspecto, algo que no les cae bien a sus hijos, quienes ya han sido envenenados con las malas ideas y conceptos de su padre.
Ana María, por mucho que intenta hacer entrar en razón a sus hijos y hacerles entender que ella no es su enemigo, los muchachos solo logran entrar en razón cuando su padre muestra su verdadera cara e invita a su amante a vivir con ellos, entendiendo que su madre siempre quiso lo mejor para ellos.
Tal como Ana María lo soñó, sus hijos deciden irse a vivir con ella, aceptando la relación con Nicolás y comprendiendo lo mal que actuaron y juzgaron a su madre, volviendo a ser la familia que siempre debieron ser.
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