La rosa de Guadalupe | Capítulo 752 | Un sueño opacado por la ambición
El gran sueño de ser modelo de Lucero se verá opacado por su ambición y su desprecio ante la vida humilde de sus padres.
Buscando salir adelante y una oportunidad en el mundo del modelaje, Lucero, una joven rebelde y ambiciosa, decide tomar la primera oportunidad que tiene para conseguir su lugar en las pasarelas y las agencias.
Allí es donde conoce a Dulce, una modelo que aparenta ser su amiga y la invita vivir con ella, atrayéndola con lujos e ideas irreales mientras se aprovecha de su ingenuidad y su desprecio por su antigua y humilde vida con sus padres.
Efrén, un joven trabajador y enamorado de Lucero, pero a quien siempre ha rechazado la joven, es el único contacto que tienen su padre con su hija, pues a pesar de no contar con alguna muestra de aprobación de Lucero, él se mantiene fiel a su lado.
Por su parte, la ingenua Lucero es admitida en la agencia donde trabaja su amiga, sin saber que varias de las campañas serían en vestido de baño o sus equivalentes, viéndose acorralada a aceptar para no ser desterrada del modelaje y de la agencia.
Para su mala suerte, su padre encuentras las fotografías en avisos, causando que su madre intente convencerla de abandonar la agencia, pero Lucero se niega tajantemente, y al intentar negociar con el dueño de la agencia de modelos, es amenazada con ser despedida.
Viéndose acorralada por los gastos del hogar que comparte con Dulce, la mujer pide perdón a su jefe por lo ocurrido y vuelve a pedirle trabajo, pero esta vez, el precio que el hombre desea no tiene nada que ver con fotografías, sino con la joven directamente.
Luego de un altercado en un primer desfile, Lucero comprende que su jefe solo la utilizó y que, en realidad, nunca vio su verdadero potencial como modelo, al igual que Dulce, su amiga.
Lucero vuele a su hogar y comienza a mejorar su relación con Efrén, a quien le da una oportunidad, y con sus padres, quienes la sorprenden con clases en una verdadera escuela de modelaje y demostrando el apoyo hacia los sueños de su hija.
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