¿Suficientemente limpio para recibir visitas?

Sólo debes priorizar tu tiempo para que todo luzca perfectamente en orden, incluso si no lo está.

Enfócate en aquello que verán primero

Sacude el tapete de bienvenida. Sacude el polvo del recibidor. Barre los pisos, prestando especial atención a las patas del sofá y sillas, donde el polvo suele acumularse.

Agrega luz y brillo

Pule rápidamente un jarrón de plata, un tazón o un candelabro y colócalo a plena vista: quizás sobre la mesa de centro o sobre la chimenea. Esto hará que los invitados piensen que todo luce nuevo y reluciente.

Embellece el baño

Sabes que tus invitados habrán de entrar en algún momento, así que tómate un minuto o dos para limpiar el lavamanos y los muebles de baño, colgar unas toallas de manos coloridas, acomodar bien el tapete y cerrar la cortina o puerta de la ducha. Coloca una flor del jardín en un florero y apaga las luces para encender una vela.

Ordena la cocina

Este es el lugar donde todos suelen reunirse. Asegúrate que no haya platos escurriendo (ocúltalos en el horno, si hace falta), luego limpia las barras, la estufa y nevera. Coloca un platón con fruta o queso y pon un poco de música.

Haz frente a los olores sospechosos

Cambia la arena del gato o saca la basura. Si los olores persisten, prepara una olla con café; llenará tu casa con un aroma a hogar. Además, ¡es lo más hospitalario que puedes hacer!

Atenúa las luces y saca esas velas

Las pelusas de polvo se hacen invisibles. ¿Y quién no luce mejor a la luz de las velas?