Desempolvan video de serenata de Julián, hijo de Joan Sebastian, a su mamá
Maribel Guardia fue una mujer muy afortunada con el hijo que tuvo y así lo recordaron.
Serenata de Julián, hijo de Joan Sebastian, a su mamá | IG / @julian_f.f
El mundo de la música, en especial la mexicana, está de luto y se debe al triste deceso del joven artista musical, Julián Figueroa, hijo del cantante Joan Sebastian y la actriz Maribel Guardia. Fue su propia madre la que, en su cuenta de Instagram con más de 8 millones y medio de seguidores, informó a la opinión pública del gran dolor por el que está pasando.
“Agradezco a todos los mensajes de apoyo y amor que me han estado enviando, pero en este momento no tengo alma para contestar a nadie; espero poder hacerlo en otro momento” escribió la mujer en una parte de su mensaje.
Los mensajes de apoyo a Maribel Guardia por la partida de su hijo, Julián Figueroa
Han sido muchos los famosos y amigos de la familia que se han pronunciado enviándole fortaleza a la también presentadora de televisión, Maribel Guardia, pues la partida de un hijo, consideran, es algo que marca para toda la vida.
Así mismo, en las redes sociales se han recordado algunos clips del cantante en su pasado con el fin de mantener presente su recuerdo. Es el caso de una linda serenata que le dio a su mamá, junto con un ramo enorme de rosas, y que se dio en medio de un programa que ella estaba presentando, por lo que fue toda una sorpresa para la mujer.
La reacción de Maribel Guardia con la serenata de su hijo Julián Figueroa
En el video se ve cómo ella, conmovida, tiene un gesto de sorpresa y ternura, pues no puede creer el increíble detalle de su hijo con ella. Además, le dedicó, en ese momento, unas lindas palabras al joven. El clip ya es viral y cuenta con muchos mensajes de fortaleza de los internautas.
“Hace poco me convertí en mamá, es lo más hermoso del mundo y les juro que debe ser demasiado duro ese dolor”, “qué triste, ya me imagino el dolor de ella, Dios le de mucha fuerza, no me imagino si llegara a faltar una de mis hijas”, “ay no Dios santo qué duro, pobre mujer, qué tristeza tan grande”.
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