La Rosa de Guadalupe | Capítulo 68 | Siempre hay una puerta
Adriana es una mujer acostumbrada a hacer fiestas con sus amigas, a pesar de que tiene una hija pequeña en casa.
Irma es una pequeña niña que ve a su mamá embriagarse constantemente junto a sus amigas. Mientras la mujer se descuida, la pequeña aprovecha para tomar del licor que ve en los vasos que quedan en su casa.
Cuando entra en la adolescencia, Irma ya es toda una adicta al alcohol y no pierde oportunidad para beber con sus amigos del colegio. Al llegar a casa, su abuela le pregunta por qué se demora tanto, pero ella le dice que se queda haciendo trabajos en casa de sus amigos.
Una de las amigas de su abuela se da cuenta que Irma está comprando cervezas y, posteriormente, la ve saliendo bastante alicorada de una tienda, en la que un adulto les está vendiendo alcohol.
La mujer le da aviso a su abuela, que decide seguirla y la sorprende con todo el licor recién comprado. La policía llega y clausura el sitio, además, la abuela de Irma decide contarles a los papás de los amigos de su nieta.
