El Chavo del 8 | Capítulos | Palabras de amor
El profesor Jirafales quiere confesarle todo su amor a Doña Florinda y para esto le pide ayuda a Don Ramón.
Don Ramón entraba a la vecindad leyendo el periódico cuando El Chavo lo recibió con un pelotazo. El hombre le quitó la pelota al niño y se la decomisó.
El Chavo fue en diferentes ocasiones a pedirle a Don Ramón que le devolviera la pelota, así que el hombre le dijo que si lo seguía molestando, le pegaría.
El profesor Jirafales llegó a la vecindad, pero esta vez no se dirigió a la casa de Doña Florinda, fue a la casa de Don Ramón. Cuando este tocó a la puerta, Don Ramón le pegó al maestro, este se enojó y le reclamó por lo que acababa de hacer. Don Ramón le pidió disculpas, pues pensó que era El Chavo.
En ese momento Doña Florinda salió de su casa muy enojada en compañía de su hijo y con la intención de darle una cachetada a Don Ramón. Al ver al profesor se le olvidó lo que iba a hacer y se fue de nuevo a su casa en compañía del maestro.
El profesor Jirafales no estuvo mucho tiempo en la casa de Doña Florinda, él le dijo que tenía un compromiso con un amigo, por lo que no podía quedarse más tiempo. Doña Florinda le pidió que se quedara a decirle eso tan importante que le había prometido, pero el maestro no se sintió con la valentía suficiente y se fue prácticamente corriendo.
Cuando Doña Florinda entró a su casa, el profesor sigilosamente fue a la de Don Ramón, allí le contó que se sentía muy enamorado de la mujer pero que no tenía la valentía de confesárselo. El maestro quería que él le ayudara a encontrar las palabras adecuadas para decírselo.
El Chavo y Quico siguieron platicando cómo irían por la pelota a la casa de Don Ramón sin que él se diera cuenta, así que primero fueron a ver por la ventana para estar seguros de que Don Ramón no estuviera en su casa.
En ese momento vieron a Don Ramón recitando unas palabras de amor al profesor Jirafales y se sorprendieron por la escena en la casa número 71.
