El Chavo del 8 | Capítulos | Los espíritus chocarreros
Dentro del barril de El Chavo cada mañana aparece un plato sin ninguna justificación.
El Chavo entró a la vecindad llorando, la Chilindrina le preguntó que a qué se debía su tristeza, a lo que él le dijo que Don Ramón le encargó comprar pan y se los comió.
El hombre le encargó cinco panes y se comió cuatro. La Chilindrina le dice que es muy bruto y en ese instante llega Quico, así que la niña se refiere a los dos de la misma manera.
El Chavo le pregunta a Quico qué le aconseja para decirle a Don Ramón al haberse comido casi todo el mandado. Quico le dice que le diga mentiras, algo así como que un perro le quitó el pan y salió corriendo u otras cosas para salvarse del regaño y posiblemente de un golpe.
Don Ramón llegó por atrás de El Chavo y escuchó las cosas que el niño estaba planeando decirle, usando al mismo tiempo calificativos poco decorosos para referirse a él. El hombre con justas razones, se enojó.
En el patio Don Ramón se topa con Doña Florinda, ella le ve la cara de preocupación y le pregunta el porqué de su preocupación, él le dice que se dio cuenta que El Chavo nunca come y eso lo entristece mucho.
Esa noche Don Ramón se levantó dormido, cogió un plato y simulaba servir comida, salió de su casa a llevar el plato al barril de El Chavo, luego se devolvió a su casa y se acostó de nuevo.
Esto se repitió noche tras noche. Al aparecer sospechosamente platos en el barril de El Chavo, todos en la vecindad se preguntaban qué podría estar pasando, por lo que lo primero que se les ocurrió es que serían los espíritus chocarreros.
Una noche Doña Clotilde en compañía de Doña Florinda y Don Ramón hacen una sesión para comunicarse con los espíritus chocarreros. ¿En qué terminará todo esto?
