El Chavo del 8 | Capítulo 307 | Exhibición de yoyos
Los niños compiten con sus yoyos en el patio de la vecindad luego de ver una exhibición.
El chavo trabaja vendiendo periódicos y don Ramón es uno de sus primeros clientes, pero resulta estafado. Además, el hombre anuncia la presentación de dos grandes artistas, quienes muestran piruetas con sus yoyos.
Don Ramón pide colaboración a quienes ven la exhibición y después le solicita dinero a doña Florinda, quien responde que acaba de pasar por ahí y que espera que el hombre tenga licencia para trabajar. Un sargento escucha a la mujer y procede a pedirle papeles al papá de la Chilindrina.
De vuelta en la vecindad, el chavo relata a Kiko lo que vio en la exhibición de yoyos y descubre que le robaron los periódicos, por lo que sospecha del hijo de doña Florinda y amenaza con golpearlo. Sin embargo, a quien en realidad le da una patada es al señor Barriga cuando entra al lugar y posteriormente a don Ramón.
Doña Florinda golpea a don Ramón por un malentendido y después el hombre agrede al chavo. Además, el señor Barriga cobra la renta al padre de la Chilindrina, quien se escuda en su fracaso como agente de espectáculos para no pagar.
Kiko presume al chavo que su mamá le dio dinero para comprar un yoyo, pero ambos niños compran un juguete y compiten entre ellos. El señor Barriga descubre que don Ramón en realidad sí tiene dinero para pagar la renta.
Una de las piruetas que intentan los niños en el patio de la vecindad incluye un cigarro, el cual el chavo le pide a don Ramón. Sin embargo, el señor Barriga se enoja porque cree que el hombre está induciendo al niño a fumar.
