El Chavo del 8 | Capítulos | Un resfriado ataca a los habitantes de la vecindad
Un malentendido hará que todos los habitantes de la vecindad terminen totalmente mojados y resfriados.
El chavo interrumpe la lectura de Don Ramón lo cual hace que se enoje y le pegue un coscorrón. El niño llora y patalea y sin querer le pega al señor Barriga. Para que el pequeño no lo moleste ni haga más daños, el hombre le pide que si cuida su automóvil le dará un peso.
El niño feliz accede y lo cuida cautelosamente. Sin embargo, el chavo se aburre y le pregunta a Don Barriga si puede lavarle el carro. El señor se niega debido a que hace unos minutos lo sacó del lavadero.
A raíz de esto, el chavo decide llenar de lodo el automóvil y le comenta al señor Barriga que se ensució nuevamente. Por esto, el niño le pide dos pesos por lavárselo y el hombre accede.
Más tarde, mientras recogía unos documentos del suelo, el señor Barriga siente que alguien se sienta en su espalda. Se trata de Don Ramón, quien le pregunta a su hijita Chilindrina si ha visto al hombre por la vecindad, pues cree haber escuchado su voz.
Esto desata una discusión entre los dos hombres y como forma de pago, Don Ramón se ofrece a lavarle el automóvil al señor Barriga y él accede a pesar de que el chavo ya lo está haciendo. De esta manera, el niño y Don Ramón trabajan en equipo para lograr lavar el carro, pero tienen varios inconvenientes.
Más adelante, el señor Barriga sale para ver cómo van y se encuentra con un panorama bastante malo, pues encuentra al chavo cubierto de lodo y su auto sin lavar. El niño le expresa que es porque Don Ramón no lo está ayudando y se la pasa acostado y el hombre se defiende, pues no es así.
El niño decide aventar un baldado de agua para terminar de lavar el automóvil, pero Don Ramón le quita el recipiente y termina arrojándole el líquido al señor Barriga. Luego, el hombre toma un balde y se lo avienta a Don Ramón, pero a quien termina mojando es a la Chilindrina.