¡Asombroso! ¿Conocías cuál es el origen de estas famosas supersticiones?
Muchas de las supersticiones más arraigadas en nuestra sociedad tienen un origen sorprendente y se remontan a siglos atrás.
Las sorprendentes historias detrás de nuestras supersticiones más conocidas. (Foto: @wirestock en Freepik)
¿Por qué hay días de la mala suerte? ¿Por qué decimos 'Jesús' cuando la gente estornuda? ¿A qué se deben esos miedos a los espejos rotos? Hemos analizado varias antiguas y extrañas tradiciones que influyen sutilmente en nuestra forma de vivir.
¿Cuál es el origen de estas famosas supersticiones?
Muchas de nuestras supersticiones más duraderas -como evitar pasar por debajo de una escalera, el viernes 13 o derramar sal- se remontan a siglos atrás y tienen historias de origen sorprendentes. Muchas tienen que ver con la religión o con tradiciones del pasado, y casi todas tienen en común evitar la mala suerte o una maldición.
De lo que no nos cabe duda es que todos alguna vez en la vida nos hemos preguntado el por qué de estas supersticiones o supercherías. En un principio algunas de ellas no tienen sentido lógico, o parecen anticuadas, pero otras han sobrevivido a lo largo de los siglos y han llegado a nuestros días casi con tanta fuerza como cuando comenzaron.
En serio, ¿no te has encontrado en la situación de no pasar por debajo de la una escalera de pintor en la calle? ¿No has sentido un escalofrío al cruzarse por delante de ti un gato negro? ¿No has dicho eso de 'la suerte del principiante' cuando alguien sin experiencia ha conseguido un premio? Algunas incluso han llegado cine, como la tradición norteamericana del día de la marmota, que se basa en la predicción del tiempo por parte de algunos animales. O el viernes 13, que en España hemos adaptado al martes, que tiene raíces bíblicas.
Según la tradición alemana, los colonos que llegaron a los Estados Unidos eligieron Pensilvania como su hogar y adaptaron la antigua tradición del Día de la Candelaria. En Alemania, los miembros del clero distribuían velas bendecidas para determinar la duración del invierno, y se observaba a los animales para ver cuánto duraban sus períodos de hibernación. Así, los tejones pasarían a ser observados muy de cerca y, finalmente, se eligió a las marmotas como los animales indicadores del tiempo.
En la mitología nórdica, Loki fue el decimotercer invitado a la cena de los dioses en el Valhalla y causó estragos en todo el evento. Por otro lado, según la Biblia, Judas fue el decimotercer invitado a la Última Cena y se creía que el viernes era el día en que Jesús fue crucificado.
¿Por qué los gatos negros tienen mala fama en la Edad Media?
Los gatitos negros tuvieron mala fama en la Edad Media, cuando se les asoció con la brujería y se les consideró demonios. El asunto del demonio se convirtió en la idea de que si un gato negro se cruzaba en tu camino, estaba bloqueando tu conexión con Dios y tu camino al cielo.
Según una antigua superstición, el alma de una persona se separaba de su cuerpo cuando estornudaba, y decir "Jesús" era una forma de evitar que el diablo se abalanzara para robar su alma antes de que se recuperara.
La creencia de que pasar por debajo de una escalera traería mala suerte surgió en la época medieval, cuando las escaleras se asociaban a la horca donde se ajusticiaba a la gente. Se creía que una persona que cometía el error de pasar por debajo de una escalera se enfrentaba a su propia muerte en la horca en un futuro próximo.
La tradición de pedir un deseo al soplar las velas en un cumpleaños se remonta a los antiguos griegos, quienes utilizaban velas en sus pasteles para pedir un favor a Artemisa, la diosa del estado de ánimo.
La tradición de golpear madera para evitar la mala suerte tiene sus raíces en la creencia de que los árboles eran hogar de espíritus protectores, y golpearlos se utilizaba como una forma de invocar su protección.
La superstición de abrir un paraguas en el interior viene de los antiguos egipcios, quienes consideraban un insulto al dios del sol abrir una sombrilla en el interior.
En las antiguas civilizaciones, encontrar cualquier metal en el suelo se consideraba un regalo de los dioses, por lo que retener una moneda, aunque sea de poco valor, se creía que traería buena suerte.
La superstición de derramar sal y considerarlo mala suerte se debe a que se consideraba una sustancia mágica en la antigüedad y derramarla significaba invitar al diablo.
Según una antigua historia cristiana, brindar con agua se consideraba un mal karma, ya que solo se brindaba con agua para honrar a los muertos, quienes bebían del río Leteo en el inframundo para dejar atrás sus vidas corpóreas.
La superstición de "la suerte del principiante" se basa en el sesgo de confirmación, una teoría psicológica que sostiene que nuestra mente busca pruebas que respalden nuestras ideas preconcebidas.
La historia de las cadenas en las redes sociales tiene sus orígenes en la primera carta en cadena falsamente atribuida a Jesús, donde se decía que el que copiara la carta sería bendecido y el que no lo hiciera sería maldito.
La creencia de que los conejos dan suerte se debe a la idea de que viven bajo tierra y tienen una conexión directa con los dioses.
La superstición de no pisar una grieta tiene su origen en cuentos populares europeos y norteamericanos que afirmaban que las grietas eran conexiones con el mundo de los espíritus.
La tradición de romper un hueso de la suerte comenzó con los etruscos, quienes consideraban las clavículas de las gallinas como una parte sagrada del ave y las utilizaban para pedir deseos.
Las herraduras se consideran símbolos de buena suerte debido a la historia de Dunstán, quien se negó a ponerle herraduras al Diablo y acordó colgar herraduras en las puertas como protección.
El mito del trébol de cuatro hojas comenzó con Adán y Eva, cuando Eva se llevó un trébol de cuatro hojas del Jardín del Edén como recuerdo. Se creía que los tréboles tenían propiedades curativas y podían alejar el mal.
En resumen, estas supersticiones tan arraigadas en nuestra cultura tienen orígenes sorprendentes que se remontan a antiguas tradiciones y creencias. Aunque muchas de ellas parecen ilógicas en la actualidad, siguen influyendo en nuestra forma de vivir y de tratar de atraer la buena suerte o evitar la mala suerte en nuestra vida diaria.
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