GENTE
Se escucharon algunas risas nerviosas cuando vieron que debían preparar ojo de vaca, sesos, chunchullo o costillas.
Tatán, por ejemplo, le tocó “ojo” y casi no podía ni ver a su bandeja. “No quiero los ojos, no los quiero”, decía el motociclista.
Aún no salen del asombro, cuando Claudia dice que es hora de cocinar y aunque no saben qué preparar se disponen a hacer uso de todos sus conocimientos culinarios para descrestar al jurado.