Capítulo 23 – Parte 2 - Jesús libera al Endemoniado Gerasano

El mal se acerca al oído de Petronio para susurrarle que quizá la mujer que quiere está muy divertida con otro hombre, por lo que impulsado por los celos que le provocaron se va directo a interrumpir la conversación de Magdalena con Lázaro.

Sorprendida por su reacción, Magdalena decide preguntarle por qué actúa de esa manera en la fiesta, pero Petronio se enoja aún más con ella y termina preguntándole si sus demonios la hicieron pasar la noche con Lázaro.

Ofendida por lo que pasó, huye del lugar hacia su habitación, en donde los demonios se aprovechan para intentar atacarla. Sola, Magdalena empieza a llorar por los males que la rodean. Petronio llega y la encuentra desolada, por lo que propone ir a Roma a pedir ayuda de los sacerdotes. ¿Logrará esto salvarla?

Más tarde, Diana también es atormentada por el mismo mal que le susurra que se lastime con un cuchillo, aprovechando el pasado triste y solitario que la empleada de la cocina tiene. Afortunadamente, Almaquio llega a tiempo antes de que pase algo más grave y le recuerda lo importante que es para él.

Aún en la fiesta, Poncio le dice a su esposa Claudia que deben conseguirle pronto un marido a Helena, ya que la ven hablando con Petronio y temen que su hija tenga un romance con el soldado romano.

Por otra parte, Longino le dice a Salomé que la pedirá en matrimonio, ya que Antipas descubrió los mensajes que le enviaba secretamente en los que le confesaba su amor, aunque no saben si les dará su bendición.

Finalmente, Jesús está en compañía de seguidor y después de que escucha su historia le dice: "Aunque una madre se olvide del hijo que amamanta o que aún se encuentra en su vientre, Dios jamás se olvida de nadie". Isaías 49;13

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