Rafael es seducido por una mujer dentro del camión
Doña Fabiola encantada con Rafael empezó a quitarse el vestido para seducir a “suspirito”.
Rafael (Sebastián Martínez) logró convencer a Alejandra Maldonado (Carmen Villalobos), luego de estrellarla por segunda vez, que lo acompañara a San Juan con el camión que sacó sin permiso de Ramenautos, para exhibirlo a unos posibles compradores.
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En San Juan, el pueblo que vio nacer a Rafael, los clientes se encontraban celebrando un matrimonio muy importante al que fue invitado Rafael para conocer el camión y ofrecerlo a otras personas. La mamá de la novia, doña Fabiola, le insistió a Rafael que asistiera con la promesa de convencer a su marido de comprar el carro.
Ya en la fiesta, la señora aprovechó un instante para decirle a Rafael que le diera la vuelta en el camión como lo había prometido, y al ver que Rafael no lo haría, le pidió que simplemente se lo dejara ver por dentro.
Una vez en el vehículo, doña Fabiola dijo “a lo que vinimos” y empezó a desnudarse en frente de Rafael, pues realmente ella quería tener un encuentro apasionante con “suspiro”, como es conocido Rafael en su pueblo.
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De repente, don Aurelio y sus amigos salen a ver el camión encontrándose con Rafael dentro de él, a doña Fabiola no le quedó otra opción que esconderse en la parte de atrás cubriéndose con un plástico.
Con los señores dentro del carro, uno de ellos empieza a hablar de las otras mujeres que tendría don Aurelio, por lo que Rafael le hace señas de que su mujer está escuchándolo todo. Por lo anterior, todos muy astutamente le dan un giro a la conversación haciendo quedar a don Aurelio como el hombre más fiel del pueblo.
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Al regresar, doña Fabiola le dice a Rafael que su encuentro amoroso ya no podrá ser porque se dio cuenta que tiene a su lado al hombre más maravilloso y correcto de San Juan. Así que ella no podría traicionarlo. Rafael volvió a respirar y se salvó de la coquetería de la esposa de don Aurelio.
El vendedor de Ramenautos además se ganó en doña Fabiola una aliada para asegurar la venta de un camión y, quizá, también puede dar un impulso a la compra de otros por parte de los amigos de don Aurelio.
