Alejandra besa a Rafael en la mejor noche de su vida
La Dra. Maldonado no logra resistirse a los encantos de Rafael y terminan besándose.
Alejandra (Carmen Villalobos), quien al inicio no quería ir a San Juan, terminó viviendo la mejor noche de su vida, según le dijo a Don Aurelio. La gerente comercial de Ramenautos bebió, bailó, cantó y hasta le jugó una pesada broma a la novia de Rafael (Sebastián Martínez).
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“Oiga niña, Rafael está conmigo, me trajo a un motel… No mentiras, estamos trabajando como debe ser. Agradézcame que se lo quite de las garras de unas viejas… ahí donde uno lo ve, Rafael es un encanto”, le dijo en medio de risas Alejandra a la novia de Rafael.
Méndez terminó diciéndole a su novia que él no podía estar interesado en una mujer como Alejandra. Con sus palabras, Rafael hizo que Maldonado se enojará y regresa al centro de la fiesta. Allí, llegaron los mariachis, Alejandra y Rafael aprovecharon el ritmo para cantarse algunas verdades.
Mientras Rafael al inicio le coqueteó con su canto, Alejandra decidió nuevamente echarle en cara el tema del accidente y los dos terminaron en un enfrentamiento que sólo terminó cuando fueron retirados de los micrófonos. La tiradera por decisión de los anfitriones de la fiesta terminó en un empate.
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Luego olvidaron lo dicho y decidieron terminar la fiesta con otros traguitos. Cuando deciden regresar a Bogotá, Don Aurelio les agradece su presencia y les pide que lo inviten a su matrimonio. Ellos aseguran, en medio de risas nerviosas, que su relación es estrechamente profesional.
Ya en el camión, Alejandra le dice que debe estar muy decepcionado de ella por el comportamiento de las últimas horas y él le encanta con su respuesta.
“Todo lo contrario… hoy comprobé… Sumercé ya fue a que le revisaran los ojos, está ciega, es bonita, inteligente, divertida, trabajadora, canta… por lo menos usted borracha no pega tanto… es arrolladora, por donde pasa impresiona, y eso que le dije que si su novio no la valora es porque es un ciego, se lo dije en serio”, le dijo Rafael a su jefe.
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Alejandra aseguró que esas fueron las palabras más bonitas que un hombre le haya dicho en toda su vida. “Yo le digo porque lo siento, porque lo pienso, yo no le voy a decir mentiras”, agregó Rafael.
Alejandra no pudo resistir y terminó besándolo. Rafael pensó que era uno de sus sueños pues tanto amor no podía ser verdad, y Alejandra le dice que definitivamente están viviendo un sueño. Ese apasionante momento fue interrumpido por Juan, el empleado que don Aurelio envío para que los llevara hasta Bogotá.
