El Chavo del 8 | Capítulos | Un ladrón en la vecindad

Las cosas en la vecindad del Chavo empiezan a desaparecer. ¿Quién será el culpable?

El Chavo está jugando con un palo de escoba en el patio principal de la vecindad. Don Ramón lo ve desde su casa y lo llama para pedirle un favor.

El favor que necesita don Ramón es que el niño vaya a la casa de doña Clotilde y le pida prestada su plancha, pues la de él ha desaparecido misteriosamente.

Doña Clotilde escucha lo dicho por don Ramón, se acerca a él para decirle que con mucho gusto se la presta, además de contarle que le hizo un platillo muy especial. Cuando ambos fueron a la casa de la mujer, se sorprendieron al ver que la plancha de ella también ha desaparecido.

En el patio de la vecindad, don Ramón y doña Clotilde hablan sobre que pudo pasar con sus planchas. El Chavo se acerca a los dos adultos, para decirles que el responsable es un ladrón.

Quico sale de su casa para buscar al Chavo e ir a jugar. El niño toca al barril como si fuera una puerta, pero al no recibir respuesta, mete su cabeza y encuentra una plancha. El niño se ríe de esta situación, pues piensa que el Chavo ahora se dedica a jugar juegos de niñas.

Los adultos de la vecindad al ver esto y, sin indagar más, tildan al Chavo de ser el ladrón de la vecindad. El Chavo muy triste toma sus pocas pertenencias y se va.

Al día siguiente todos los de la vecindad buscan al Chavo, pues lleva alrededor de 10 horas sin poner un pie en su barril. Unos minutos después el Chavo entra, todos se alegran, pues ya se dieron cuenta de que el niño no era el ladrón.

En la vecindad se siguen perdiendo las pertenencias de los diferentes inquilinos, esto hace que todos se preocupen y se enojen.

El señor Hurtado es uno de los inquilinos de la vecindad, él es el responsable de las desapariciones y, asimismo, tiene pensado irse expresando que tiene un mejor lugar para vivir.

El Chavo le cuenta a Quico y a la Chilindrina lo que hizo después de que se fue de la vecindad cuando todos lo trataron de “ladrón”. El Chavo dijo que fue a la iglesia a hablar con el padre.

El sacerdote le dijo al niño que, aunque los demás lo llamen “ladrón” no significa que él lo sea, pues a veces las personas juzgan y sin darse cuenta hieren los sentimientos de los otros.

Además, el niño les dijo que, desde ese momento, le pide a Dios que el verdadero ladrón se arrepienta de las cosas malas que hace, devuelva los objetos que no son suyos y no vuelva a hacer esta fea actividad.

23 Sep 2020 10:32Por: canalrcn.com